/ Por Soledad Bescos
Con el ambrotipo, una técnica del año 1853, se consigue un positivo directo sobre una placa de metal, carente de negativo. En él se produce tan solo una fotografía única, no multiplicable e irrepetible. Hoy hacemos un viaje al pasado de la mano de la fotógrafa Lola Álvarez.
Es un proceso fotográfico ralentizado, altamente complejo, y muy pocos fotógrafos en el mundo dominan la técnica. En Palma de Mallorca, tenemos el privilegio de contar con uno de ellos, la artista Lola Álvarez. Desde su estudio en el casco antiguo, Lola plasma imágenes únicas y muy intimistas. La observación y el instinto son los medios que le facilitan descubrir el lado más secreto de cada persona.
“Encuentro a la gente muy intrigante, sobretodo a las mujeres. Estos últimos años, una de mis musas ha sido mi sobrina Elisabeth, estudiante de diseño textil en La Cambre de Bruselas. Ella y mi familia son los protagonistas de la exposición que hice el año pasado en la Photo-Schweiz de Zürich. Este año de pandemia estoy desarrollando nuevos proyectos con un transfondo más social, y otros inspirados en la naturaleza. Ambos saldrán a la luz en los próximos meses”, nos adelanta Lola.
SU VIDA EN MALLORCA
Tras algunos años viviendo en Los Ángeles, y tras el nacimiento de su primera hija, se replanteó junto a su marido, el actor Joseph Fiennes, un cambio hacia una vida menos expuesta. La familia decidió mudarse a Campanet, un pueblo ubicado entre montañas, en el norte de la Isla de Mallorca. Aquí nació su segunda hija y también una trayectoria artística impregnada de las influencias de un entorno altamente estimulante e inspirador. “El mar, la naturaleza y la luz de Mallorca, son las fuerzas que crean el clima adecuado para el desarrollo de mi creatividad”, explica.
Lola Álvarez nació en Berna y es hija de padres gallegos emigrados a Suiza. Estudió Bellas Artes en el Chelsea College de Londres, pero fue su colaboración con el prestigioso artista Geoffrey Berliner, lo que le hizo descubrir la técnica del ambrotipo.
Joni Sternbach, también ha sido otro de sus grandes referentes, y con quien tuvo ocasión de colaborar en Biarritz, tomando fotos de surfistas que posteriormente se expondrían en Paris Photo.
Su herramienta de trabajo es una auténtica reliquia, una lente Pezval de 1860. Con ella, y tras preparase en un centro especializado, Penumbra Foundation New York, consigue crear unos retratos llenos de fuerza a los que alude como “una celebración de la imperfección”.
En formato digital ha sido autora de la portada de Glamour UK del verano 2019, realizado con valentía en pleno invierno canadiense y cuya protagonista fue la actriz Yvonne Strahovski, personaje principal de la popular serie de Netflix, El cuento de la Criada.
Fotos de @lolaalvarezart y Vanity Fair
