El día de Nochevieja, antes de cenar, me leyeron un artículo de Enrique Rojas titulado «La lucidez del perdedor». Se había publicado ese mismo día en un periódico nacional. Os dejo con algunas frases que merecen la pena leer.
«El fracaso significa que algo en que habíamos puesto mucho anhelo e interés no ha salido. Hay derrotas que con el paso del tiempo se convierten en genuinas victorias. La derrota es lo que te hace crecer como persona. La derrota enseña lo que el éxito oculta. Es la lucidez del perdedor, la nitidez de aprender que la vida es la gran maestra y que enseña más que los libros. Al empezar el año, en la frontera de una etapa que se cierra y otra que se abre, podemos hacer balance existencial: haber y debe, arqueo de caja, recuento de cómo han ido las cosas. Cualquier análisis de la realidad personal tiende a ser deficitario, por exigencias del guión. Lo que tenemos que tener muy claro es que la vida no irá bien sin grandes dosis de olvido. Saber perdonarnos los fallos y errores del pasado. La vida necesita talento y capacidad para superar los reveses y traumas que se han ido produciendo a lo largo de ella. El hombre maduro es aquel que ha sabido reconciliarse con su pasado. Ha sabido superar, digerir e ir cerrando las heridas de atrás. La clave es vivir con ilusión y argumentos. Mirando hacia adelante. La prosperidad está siempre en el porvenir. Pasado, presente y futuro. Recuerdos , datos e ilusiones. Posibilidades y realidades. La felicidad a la que debemos aspirar ha de ser razonable, no utópica, en la que el amor, el trabajo y la cultura den de si al máximo».
«La felicidad no es alergia al sufrimiento, sino sufrimiento superado» Miremos hacia adelante…
