La Nutrición Energética y la Alimentación Consciente con María Kindelán


Es fundamental comer bien para sentirse bien. Y como dice nuestra protagonista de hoy, “somos lo que comemos, pensamos y sentimos”.   Hablamos de la Nutrición Energética y la Alimentación Consciente con María Kindelán.

Licenciada en marketing y ejecutiva de multinacionales de gran consumo, también experimentó los efectos del stress, el desgaste físico y mental, debilitamiento del sistema inmunológico y una forma inadecuada de gestionar emociones en momentos de crisis, que la hicieron decidir hacer un stop en su camino para abandonar la gran corporación y aprender que la solución no está en el entorno, está en ti. Hoy sana, vital, fuerte física y anímicamente, intelectualmente activa; y mejor que nunca, comparte con otros lo que es la gran fuerza que guía su vida.

María Kindelán es Máster en Nutrición y Ciencia Avanzada de los Alimentos por la Universidad de Barcelona, Naturópata titulada por el Instituto Profesional de la Salud, especializada en Nutrición Energética y Alimentación Consciente por la Escuela de Montse Bradford y el Instituto Nirakara Mindfulness. 

¿Qué es la Nutrición Energética y la Alimentación Consciente?

Más allá de enseñar a llevar una alimentación equilibrada, o a comer alimentos saludables, la nutrición energética analiza las necesidades tanto físicas como energéticas de la persona, con el objetivo de identificar los efectos que la alimentación actual ejerce en su forma de ser y actuar y así poder aumentar su rendimiento a todos los niveles. En ese proceso de aprendizaje, la persona obtiene un nivel alto de conciencia y atención sobre lo que come y cómo le sienta a todos los niveles.

 ¿Y la Nutrigenómica para la Salud y el Deporte?

La diversidad del rendimiento deportivo, al igual que la salud de cualquier persona, está determinada por factores biológicos y ambientales. Se ha demostrado que el perfil genético define características clave en el rendimiento de los deportistas, como las capacidades musculares, el metabolismo energético y la respuesta a la nutrición.

¿Cuáles serían las bases para proteger nuestro sistema inmunológico?

El sistema inmune está condicionado por la salud de nuestra flora intestinal. Es importante incorporar de forma equilibrada alimentos pre y probióticos en nuestra dieta a través de vegetales de temporada, fermentados como las sopas miso, kéfir, germinados, encurtidos naturales.

Debemos evitar el consumo excesivo de alimentos procesados y desvitalizados, azúcares, bollería industrial, conservas, congelados, refinados, levaduras químicas y grasas saturadas.

Si, incluir cada día una buena variedad de alimentos VITALES y frescos: verduras, frutas, semillas, cereales integrales, proteínas de alto valor biológico y grasas saludables, además del ajo, cebolla, jengibre, cúrcuma…

No debemos olvidar la importancia de gestionar bien el estrés diario, a través de un buen descanso, respiración adecuada y conexión, por el impacto negativo que éste puede llegar a tener en nuestros órganos, sistema nervioso y digestivo.

¿Que le dirías a alguien que sigue las dietas “de moda”?

Cada persona requiere de unas necesidades particulares, en función de su estado físico, gasto energético, etapa de la vida y objetivos. Las dietas de moda pueden generar desajustes en algún órgano, o carencias nutricionales y energéticas, por eso deben estar siempre supervisadas por un profesional.

En mi opinión, el problema no es comer demasiado, sino no disponer de energía suficiente para metabolizar lo que comemos.

La frase “Somos lo que comemos”, ¿te parece cierta?

Somos lo que comemos, pensamos y sentimos. Comemos para fabricar nuestra calidad de sangre, y esto nos condiciona a todos los niveles. Para mí comer es evitar aquello que nos hace daño, nutriéndonos con alimentos naturales de calidad, para rendir al máximo de nuestras posibilidades y mantenernos estables y vitales.

 ¿Puede ser la comida nuestra mejor medicina?

Lo que comemos nos condiciona hasta el punto de ser la mejor medicina preventiva. Cuando nuestro cuerpo sufre algún desajuste, saber lo que debemos evitar comer o añadir, puede ayudar mucho al organismo a recuperar su equilibrio natural más rápido.

Dedico un capítulo entero a hablar de ello en mi próximo libro, que lanzo con Plataforma Editorial el próximo mes de Septiembre 2021.

¿Comiendo en familia, los adultos tenemos unas necesidades y los pequeños otros?

 Los requerimientos energéticos de adultos y niños son distintos en función de la edad, sexo, clima, cultura y actividad, hay una serie de ingredientes sustanciales que deben estar presentes en los menús familiares, con el fin de que los niños puedan llevar a cabo las funciones basales diarias, más las derivadas del crecimiento.

Hacer uso de una cocina sencilla, natural y tradicional es mucho más fácil de adaptar que una alimentación basada en comidas procesadas e industrializadas.

¿Debería ser la escuela el primer sitio donde se provee de comida saludable?

Desde luego que sí, inculcar hábitos saludables desde la infancia aporta un mayor conocimiento de la persona, seguridad, concentración y rendimiento en todas las actividades mentales y físicas. Muchos desajustes de salud, como la obesidad, catarros frecuentes, alergias, desajustes digestivos, alteraciones del sistema nervioso, ansiedad, insomnio, falta de concentración, motivación, etc., están directamente relacionados con un estilo de vida poco saludable y una alimentación desequilibrada. Los niños deben aprender a relacionarse con la comida, disfrutar de ella con coherencia y entender cómo les afectan sus hábitos en su calidad de vida. Esta es una asignatura pendiente en nuestro sistema educativo.

Los estudiantes deberían poder entender el impacto que tiene su forma de comer en su calidad de vida. No se trata de corregir solamente una forma de comer impulsiva, si no, entender qué genera esos impulsos, las consecuencias que tienen.

Deberían ser informados sobre el efecto que tienen los distintos grupos de alimentos, tanto a nivel biológico como energético. No suelen comer lo que realmente necesitan para activarse, relajarse, concentrarse o tener mayor resistencia en sus actividades deportivas, porque no se les enseña. Tampoco se les enseña la gran variedad de alimentos de los que disponemos y cómo cocinarlos de forma suculenta y natural. Hoy en día existen cantidad de recursos que pueden encontrar para comer razonablemente bien dentro y fuera de casa.

¿Crees que debemos comer TODO BioY Eco?

Cuantos más alimentos vitales, frescos, libres de aditivos químicos, hormonas, antibióticos y no procesados abunden en la alimentación, mayor calidad nutricional y energética. Deberíamos poner especial atención en el origen de las carnes, pescados, huevos y vegetales, pero con sentido común y priorizando en los productos que son de temporada y de la zona.

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