Con este slogan tan tentador se abre la página web de Cas Saliners, un lugar privilegiado en un espacio singular. Es en pleno Parque Natural protegido entre el Puerto de La Savina y la Playa de Ses Illetes, donde se encuentran ubicadas las casitas blancas con persianas azules de estilo puramente mediterráneo de Cas Saliners tu casa en Formentera.
La ventaja de este alojamiento es que llegas en 3 minutos en coche desde el Puerto de la Savina, y hasta se puede llegar incluso andando si uno no lleva ni mucho equipaje ni hace el calor del Sahara.
La playa de Migjorn se encuentra a 10 minutos en coche. Además de otras de las playas más emblemáticas de la isla con su arena fina y aguas cristalinas. A ellas, puedes llegar a pie o en bicicleta, por senderos y caminos trazados entre dunas de arena. Y si lo que necesitas es un poco de ambiente bullicioso, las tiendas y restaurantes de la zona de La Savina están a 5 minutos. No hay excusas para no ir y vivir unos días de vida isleña y sensación de olor a verano y vacaciones.
Y es que además, nada más llegar te envuelven esos colores únicos de Formentera, su paisaje minimalista y la sensación de paz. Quienes lo gestionan te hacen sentir como en casa y te hacen muchas sugerencias para que tu experiencia en Formentera sea única. Una combinación difícil de encontrar en otra parte del mundo.
Los alojamientos se encuentran dispuestos en casas independientes con el aspecto típico de Formentera, donde la luz, la sencillez de los elementos y el uso de los materiales que provee la tierra son señas de identidad preservadas generación tras generación. Recientemente redecoradas, cada casa dispone de su propio jardín autóctono, se disfruta de una absoluta privacidad y te inunda una total conexión con la naturaleza que la rodea.
Están ubicadas en una o varias edificaciones, agrupados a su vez en 4 enclaves diferentes del parque Natural. Se puede elegir entre estas cuatro opciones:
• Las Casitas de La Savina. Para entre 2 y 7 personas. Son conocidas como Cas Carabiners y Aviació y están situadas justo al lado del Puerto de la Savina, a los pies de les Salines d’en Ferrer y del Estany Pudent. A tan sólo cinco minutos caminando de las playas de Es Cavall d’en Borràs y de Ses Illetes.
• Las casitas de Ses Illetes. Para entre 2 y 5 personas. De arquitectura típica que estaban al servicio de la explotación de les Salines d’en Marroig y conocidas como Can Armat y Sa Revista. También se encuentran a pocos minutos de las playas de Es Cavall d’en Borràs y de Ses Illetes.
• Las casitas de Parc Natural. Para entre 2 y 5 personas. Las casas de Parc Natural, tradicionalmente conocidas como Can Toni Xumeu y S’Esglèsia Vella son de construcción típicamente mediterránea. Se sitúan en pleno Parque Natural a los pies del Estany Pudent.
• Las casitas de Villa Can Paya. Para entre 2 y 7 personas. Esta villa es un oasis de exclusividad y privacidad dónde dejarse seducir por los atractivos tan singulares de la isla de Formentera: El mar, S’Estany, Ses Salines y la Isla de Ibiza, componen la inigualable postal que se observa desde cualquiera de las terrazas de esta casa.
Si además se tiene cierta inquietud es el lugar ideal para revivir y conocer la historia de quienes buscaron prosperidad en esta isla, reencontrarse con las raíces y la tradición de sus habitantes ya que las casitas fueron en su momento, los hogares de los trabajadores de la industria de la sal, principal fuente de sustento de los pobladores de la isla durante los siglos XIX y XX.
Durante la estancia te impregnas fácilmente de la historia y te inunda la curiosidad, ya que, el complejo conserva alrededor de sus edificaciones, varias máquinas, utensilios y pertrechos. Cas Saliners tu casa en Formentera te transportá a aquella época salinera tan auténtica de la isla.
Con el transcurso del tiempo, estas edificaciones tuvieron usos muy dispares. Y explicando esos usos en diferentes épocas, se entiende el sentido de sus nombres.
Las casitas de los Carabiners dieron también alojamiento a los guardias de seguridad de la isla. Las edificaciones de Aviació constituyeron en su día los destacamentos y barracones de una antigua base de hidroaviones que amerizaban en S’Estany Pudent. En S’Esglèsia existe la leyenda de que se ubicaba una pequeña capilla para el culto de los salineros. Las casas de Can Armat, Sa Revista, Can Toni Xumeu y Can Paya fueron, en definitiva, los hogares de los trabajadores de la sal.
